
Un Ícono, Ікона en ucraniano, es una imagen que representa un personaje sagrado o una escena en estilo Bizantino, que es venerada en las iglesias de religión Cristiana Ortodoxa oriental.
Esta imagen puede ser plasmada en distintos medios, y el término se puede aplicar a pinturas murales, frescos, mosaicos, incluso en telas o tejidos, bajorrelieves tallados en mármol, roca o marfil o forjados en metal.
El ícono típico, sin embargo, es una pintura portátil pintada en madera.

Técnica
La técnica más antigua es la del encausto, pero la más común y tradicional es la témpera. Es una emulsión de pigmentos minerales (ocres, sienas, tierra de sombra y otros químicos) en yema de huevo y agua, aplicada con brocha o pincel a un panel que se prepara de forma especial, hecho de madera bien seca de tilo, abedul, chopo, aliso, pino o ciprés de 3 a 4 cm de grosor.
Para que no se doble o tuerza por la humedad y el fenómeno de dilatación y contracción propio de la madera, se refuerza con dos reglas transversales de madera dura insertadas en canales en el envés del panel.
Icono: “La Madre de Dios de Vyshhorod”, luego conocido como “La Madre de Dios de Volodymyr”, estilo bizantino, siglo XII.
La cara es tallada ligeramente para obtener una forma un poco cóncava, que se enmarca con un borde protector, generalmente de 3 cm de ancho.
Luego se cubre con la canvas, formada por varias capas de gesso (yeso o alabastro pulverizado y mezclado con cola de pez – pegamento). Cuando se ha logrado obtener una superficie suave y homogenea, se delinea la figura con un carbón afilado como lápiz o simplemente rayando el gesso con una aguja.
Se pegan luego las hojas de oro en las áreas destinadas antes de comenzar a aplicar el color, el que se añade en capas sucesivas en orden de los colores más oscuros a los más claros; luego son dibujadas las figuras y, finalmente, se le añade el contraste con un blanqueado.
El ícono de “La Madre de Dios de las cuevas”, o “La Madre de Dios de Svensk”, escuela Kyivana, siglo XI.
Luego de secarse, la pintura se cubre con un barniz especial que se fabrica con aceite de lino y resinas cristalinas que la protegen de la humedad y el polvo. El barniz además añade profundidad y enriquece los tonos más claros de témpera pero, eventualmente, se oscurece por el polvo.
Tradicionalmente se limpiaban con una solución de vinagre y amonio; actualmente se limpia con soluciones químicas.
Icono: “El Arcángel Gabriel”, o “El ángel del cabello dorado” (siglo XII).
Historia
Con la introducción del cristianismo a la Rus de Kyiv en el siglo X, comenzaron a llegar a este reino pintores bizantinos de íconos.
De acuerdo con la “Crónica Primaria”, Volodymyr el Grande mandó hacer íconos para la Iglesia de los Diezmos, desde Quersoneso Taurica.
Durante el siguiente siglo se desarrolló lentamente en Kyiv una escuela propia de la Rus, hoy Ucrania, y al cambio de siglo el estudio o escuela de Iconos en el Monasterio de las cuevas de Kyiv ya podía sacar graduandos como el Maestro Olimpii y el Diácono Hryhorii, mencionados en el Patericon de este monasterio.

Durante el siglo XII se sentía la influencia de esta escuela en todas las regiones del reino de la Rus de Kyiv, como Halytsya, Vilhynia, Novhorod, Suzdak y Yaroslavl.
Este estilo distintivo se asemeja bastante al de los mosaicos contemporáneos en Kyiv.
Desgraciadamente muchos de estos íconos desaparecieron, por ser muy destructibles por el fuego o un botín deseable para saqueadores. Solo unos pocos Íconos del siglo XI sobrevivien, siendo el más antiguo el de la Madre de Dios con San Antonio de las Cuevas y San Teodosio, que pertenecía al Monasterio de Svensk cerca de Briansk, conocido como “La Madre de Dios de las Cavernas” o también “La Madre de Dios de Svensk”; varios del siglo XII han sobrevivido también.

Otra obra maestra que sobrevive de la escuela de Kyiv es “La Madre de Dios de la Gran Panagia”, un ícono grande realizado probablemente por el Maestro Olimpii y donado por Volodymyr Monómaco a una iglesia en Rostov; tambien está San Demetrio de Tesalónica, un ícono del siglo XII que pertenecía a la Iglesia de la Asunción en Dmitrov.
San Nicolás con santos en los bordes data de fines del siglo XII, o “La Madre de Dios de Ihor” es otra obra del siglo XIII que desapareció del Monasterio de las Cuevas de Kyiv durante la segunda guerra mundial.
Icono de San Nicolás, del último cuarto del siglo XVI, Halytsya.
Existe otro grupo de obras que pertenecen a la escuela Kyivana, aunque es posible que hayan sido realizados en otros centros artísticos del reino; en Novhorod, por ejemplo, se realizaron el ícono de la “Anunciación de Ustiug” en el siglo XII, “El Arcángel Gabriel o el Angel con cabello dorado” del siglo XII y el ícono de “Los Santos Boris y Hlib” de fines del siglo XII y comienzos del XIII.
Icono: “La Madre de Dios la gran Panagia” (siglo XII, Kyiv), atribuido al maestro Olimpii.
La famosa “Madre de Dios de Vyshhorod” o conocida luego como “La Madre de Dios de Volodymyr” no es de Kyiv sino un ícono griego que se llevó a Vyshhorod en 1134 desde Constantinopla, y luego a Volodymyr por Andrei Bogoliubskii en 1155.
Con el surgimiento del Reino de Galicia-Volhynia durante el siglo XIII se comenzó a desarrollar una escuela Galicia en este tema. Los íconos más antiguos que se conocen de este estilo y han sobrevivido de principios de este siglo incluyen “La Madre de Dios la Protectora”.
Podemos asumir que los primeros eran muy similares a la escuela Kyivana, y ligeramente fueron tomando su propio rumbo. Los más importantes de esta nueva escuela son los de Peremyshl y Lviv. Cada uno de ellos tiene también ramales que entraron en los montes cárpatos y hasta la transcarpatia y la región eslovaca actual de Prešov. Varias de las obras que han sido preservadas datan del siglo XIV y muchos más del XV y, aunque no están firmadas y ni se conoce sus autores, es muy fácil para los expertos catalogarlos entre las obras de maestros conocidos.
Ivan Rutkovych: icono “El sermón de Dan Juan el Baitista”, del iconostasio de Zhovkva (ca. 1697-9)
Varios fueron pintados por monjes, aunque muchos también fueron hechos por artesanos seculares altamente entrenados o incluso por artistas folclóricos autodidactas.
En archivos municipales de Peremyshl se puede encontrar referencias a pintores de íconos como Vladyka (1393–4), Matvii (1431–51), T. Drobysh (1443–50), o Yakiv (1443–51), y de la escuela de Lviv encontramos a Stanyslav (1404–12), Ivan y Luka (1406–25), o también a Andrii (1443–8).
Yov Kondzelevych: Icono del Salvador, de la aldea de Horodyshche en Volhynia (fines del siglo XVII).
Los íconos de Galicia del siglo XV se caracterizan por un estilo puro y casi clásico, las figuras balanceadas perfectamente con el fondo, el dibujo delicado y refinado, y sus lineas son rítmicas. Las formas tienden a ser más redondeadas y la paleta de colores incluye rojos, verdes y azules que contrastan con los colores oscuros prevalecientes. El fondo es monótono y pacífico, generalmente ocre claro o gris azuláceo. Únicamente el áurea de las figuras tiene lámina de oro.
Icono: “Presentación de Cristo en el templo” (fines del siglo XV, Lviv, Galicia).
De este estilo sobreviven “La Natividad de la Madre de Dios ” de Vanivka, también “San Jorge y el dragón” de Zdvyzhen, “El Arcángel Miguel y el Arcángel Gabriel” de Dalova “Los Santos Cosmos y Damián” de Tylych, “Cristo el Maestro” de Mylyk, “La Madre de Dios con los Profetas” de Mshanets, “San Nicolás con escenas de Su vida” de Radruzh y finalmente “La Madre de Dios Hodegetria” de Krasiv.
Durante el siglo XIV, puesto que no se había desarrollado totalmente el estilo, se realizaron “San Jorge Matadragones” de Stanylia y también “La Asunción de la Madre de Dios” de Zhukotyn. Estos tienen figuras simples claramente delineadas.
Se sabe aún menos sobre la iconografía de Volhynia, pero “La Madre de Dios de Hodegetria” del siglo XIV de Lutsk muestra que esta escuela era muy similar a la de Halytsya.
Durante el siglo XVI la ciudad de Lviv se convirtió en el centro de creación de íconos, y sobrevive una buena cantidad de ellos con los nombres de sus maestros , como M. Vorobii (1524–75), Joma (1536–49), Fedir (1539–64), V. Vorobii (1575), y también Lavrentii Fylypovych-Pukhalsky (1575–1611) y sus hijos Ivanko y Oleksander.
Icono de San Jorge (fines del siglo XVII, Podillia).
Varios pueblos en torno a la gran ciudad de Lviv, como Staryi Sambir, Stryi, Yavoriv, y Rohatyn desarrollaron incluso sus propias escuelas, con estilo que daba énfasis al elemento gráfico, y que se volvió distintivo de los íconos ucranianos. Se comenzó a circunscribir las figuras con una linea distinta, con una aplicación más pesada de blanco y formas más elásticas y redondeadas. Los colores fueron más pálidos. El fondo de color dorado o plateado sólido ornamentado con grabados o diseños geométricos impresos.
Varias obras de la escuela de Peremyshl sobrevivieron, entre ellas “La Natividad de Cristo y la Pasión de Cristo” de Trushevychi, “La Anunciación” de Daloba, “La Adoración de los Reyes Magos” de Busovysko, “El Arcángel Miguel” de Ilnyk, “La Dormición de la Madre de Dios”, firnado por el Maestro Oleksii, de Smilnyk, también “Cristo con los Doce Apóstoles y La Natividad de la Madre de Dios”, ambos de Dmytrii, de Dolyna, o también “La Madre de Dios” de Florynka.

A mediados del siglo XVII varios maestros pintores de Lviv se habían especializado en íconos, como Fedir Senkovych, Mykola Petrakhnovych, o S. Korunka y escuelas provinciales obtuvieron buena reputación, como la de Rybotychi, que combinaba elementos de la iconografía tradicional ortodoxa con aquellos de tallado occidental, y quedaron trabajos como “El Juicio Final” y “La Natividad de Cristo”.
También Sudova Vyshnia, otro poblado, sacó varios pintores asombrosos, como Illia Brodlakovych (Vyshensky), Yatsko, e Ivan el Pintor. Ivan Rutkovych trabajó en Zhovkva, y Yov Kondzelevych (que nació en Zhovkva) trabajó en Maniava.
Durante esta época también surgió el intento de un realismo exagerado, influencia occidental. Los personajes de los íconos se individualizaron y el fondo incluía paisajes de la naturaleza. Se disminuyó el contraste de colores para obtener transiciones más suaves y se introdujo el uso de colores al óleo a mediados de este siglo, aunque siempre en combinación con la tradicional témpera. Un ejemplo del realismo exagerado se ve en “La última cena” (1638) de la Iglesia de la Asunción de Lviv, o “La Natividad de la Madre de Dios”, de mediados de este siglo XVII, de la Iglesia del Viernes Santo de Lviv, o los íconos de la Iglesia del Espíritu Santo de Rohatyn.
Un icono sobre la Pasión de Cristo, de Galicia , fines del siglo XV y principios del XVI.
Pero en Ucrania central también revivió este arte durante el siglo XVII y aparecieron pequeños estudios , pero numerosos, en la mitad oriental del país. Se han preservado varios íconos de 1630 de la región de Kyiv.
Lo distintivo de estos íconos es que no solo representan santos o personajes religiosos, sino también el surgimiento de la élite Kozaka. Estos valientes defensores de Ucrania comenzaron a construir iglesias, con su distintivo estilo arquitectónico “Barroco Ucraniano” en todos los poblados que constituía el estado kozako como Kyiv o Chernihiv; y estas iglesias eran ornamentadas con iconostasios fabricados mayormente en el Monasterio de las Cuevas de Kyiv, que se constituyó como centro nacional de creación de íconos.
Ivan Rutkovych: icono Deesis (Cristo en el Trono) del iconostasio de Zhovkva (ca. 1697-99).
El estilo Barroco consta de un estilo dinámico, lujoso y expresivo, exageradamente ornamentado, y “La Madre de Dios como Protectora” es típica de este período. Representa a la Virgen María cubriendo con su manto a los patronos de la iglesia y otros dignatarios de la época.
Se representaba a grandes hetmanes, como Bohdan Jmelnytsky, Danylo Apostol, y Pavlo Polubotok con sus esposas y familia.
Muy distintivo es “La Protectora Zapóroga” ejecutado en estilo simple y primitivo, que representa a la Madre de Dios junto con los Kozakos Zapórogos.
Ivan Rutkovych: icono “La Dormición de la Virgen María” del iconostasio de Zhovkva (ca. 1697-99).
A fines del siglo XVIII el ícono cambió a un cuadro normal con tema bíblico y desapareció su forma artística distintiva. Esta evolución es notoria en el trabajo de Volodymyr Borovykovsky y Luka Dolynsky.
A inicios del siglo XX revivió el ícono ucraniano, con la escuela Neo-Bizantina, representada por Mykhailo Boichuk y su escuela ’monumentalista’, o también Modest Sosenko, Petro Kholodny, Mykhailo Osinchuk, Vasyl Diadyniuk, y varios más.
A partir de 1948 surgieron también íconos ucranianos dentro de la diáspora, en paises como EEUU, Canada, Australia, y varios de europa occidental, en los que ornamentaban los iconostasios de iglesias ortodoxas ucranianas, por maestros como Mykhailo Osinchuk, Petro Andrusiv, Petro P. Kholodny, Sviatoslav Hordynsky, Mykhailo Dmytrenko, Ivan Denysenko, M. Bilynsky, Myron Levytsky, Jacques Hnizdovsky, Mykola Bidniak, Andrii Solohub, Mykhailo Moroz, el monje Studita Yu. Mokrytsky, y Omelian Mazuryk.
Yov Kondzelevych: Icono “El descenso del Espíritu Santo” del iconostasio en el monasterio de Bilostok, de principios del siglo XVIII.

Investigación
A mediados del siglo XIX se inició el estudio sistemático de íconos, que al principio eran vistos simplemente como objetos arqueológicos o artesanías.
Hasta el siglo XX se reconocieron como objetos artísticos y se comenzó a desarrollar técnicas de restauración que lograron revivir los colores originales de íconos antiguos, y se trabajó también en técnicas de reproducción para estudiarlos sin deteriorar los originales.
Kyiv fue el centro más grande de iconografía, con su Museo Nacional de Historia de Ucrania y su pequeña pero valiosísima colección de Íconos, o el Museo de la Academia de Teología de Kyiv.
Icono del siglo XVIII de las Santas Mártires Anastasia y Uliana (atribuido a Hryhorii K. Levytsky).
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Petro Jolodny: Icono “El descenso del Espíritu Santo” del iconostasio de la capilla del Espíritu Santo del seminario teológico de Lviv (1920s).
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